La verdad es que es un poco entretenido de hacer, pero es divertido y admite muchas posibilidades. Si se sirve como plato principal, acompañarlo con una ensalada ligera o una sopa. Si es para un aperitivo, con unas dos o tres bolitas por cabeza tendríamos suficiente.
Ingredientes:
– Arroz.
– Vinagre de arroz.
– Azúcar.
– Sal.
– Pimiento del piquillo.
– Queso en lonchas.
– Zanahoria.
– Guacamole.
– Salsa de soja.
– Aceite de sésamo.
Preparación:
1. Colocamos el arroz que queramos en un colador y lo ponemos bajo el grifo hasta que el agua salga transparente.
2. Ponemos el arroz con agua a hervir, en cuanto comience a hervir bajamos el fuego y lo dejamos hacer 15 minutos. Luego, apagamos el fuego, lo tapamos y dejamos reposar 10 minutos más. (Yo los he hecho con vitrocerámica, con cocina de fuego los tiempos variarán un poco, lo mejor es ir controlándolo para que no se quede demasiado apelmazado).
3. Mientras, ponemos a calentar 3 cucharadas de vino de arroz en un cazo, con un poco de azúcar y sal. Una vez hayan pasado los 10 minutos, colocamos el arroz escurrido en un bol y ponemos la mezcla de vinagre, azúcar y sal por encima. Lo mezclamos y dejamos enfriar, ya sea al aire libre, con un abanico…
4. Mientras, cortamos la zanahoria en lonchas y la hervimos un poco para que pierda dureza. Después, la dejamos un rato con un poco de aceite de sésamo y salsa de soja.
5. Cortamos en trozos el queso y el pimiento.
6. Una vez enfriado el arroz, hacemos bolitas o rectángulos (o lo que se quiera) con las manos húmedas, y les colocamos por encima los ingredientes que queramos. Yo en este caso he puesto un poco de guacamole, pimiento, queso y zanahoria.
